CD-i
Descripción
En realidad el CD-i no es un aparato concreto, sino un estándar elaborado por Sony y Philips a partir del CD-ROM y el CD Audio. La idea era crear un medio que combinara gráficos, audio y texto con fines educativos, aunque a nosotros, claro, nos interesan más los (pocos) videojuegos que se sacaron en este formato.
El nuevo formato se presentó en la conferencia de Microsoft en Seattle de 1986, aunque se trabajaba en él desde 1984. En cuanto al hardware, se hablaba por aquel entonces de una CPU Motorola 68000, pero poco más.
El formato gustó a otros fabricantes como Matushita, aunque a la hora de la verdad fue Philips la que terminó creando la mayoría de los títulos disponibles. También comercializó, entre 1991 y 1998, la mayoría de reproductores de CD-i, aunque también los hay de otras marcas como Magnavox, GoldStar, Grundig o Sony.
Philips evitó publicitar el nuevo formato como una videoconsola, temiendo la fuerte competencia de Sega y Nintendo. En lugar de eso, el CD-i forma parte de un fugaz intento de crear una especie de "mueble multimedia" destinado al ámbito familiar y a reproducir vídeo, música y títulos educativos. El Amiga CDTV, lanzado también por la misma época, fue otro intento fallido de explotar este mismo mercado.
La estrategia fracasó por el elevado precio de los reproductores (sobre los 1.000 dólares) y al existir plataformas multimedia más versátiles y baratas, como el PC. Así que hacia 1993 Philips empujó a los desarrolladores a crear más videojuegos, que al fin y al cabo eran los títulos de CD-i más vendidos. A pesar de ello y de lanzar más periféricos como mandos o un upgrade para vídeo MPEG los reproductores CD-i tampoco destacaron en el aspecto de los videojuegos, limitados sobre todo por un hardware poco potente.
A partir de 1996 Philips dio por perdido el mercado americano y se centró en el mercado europeo y en usar la tecnología CD-i para títulos de kiosko o demostraciones multimedia. Se calcula que antes de desaparecer completamente, se vendieron unos 570.000 aparatos reproductores de CD-i.
En la juegoteca del CD-i hay un poco de todo, desde juegos educativos a ports de otras plataformas (como "Lemmings", "Litil Divil" o "Flashback"), juegos basados en vídeo ("Dragon's Lair", "Escape from Cyber City") o que utilizan personajes de Nintendo, gracias a un acuerdo anterior entre Philips y Nintendo.
Estos últimos son tristemente famosos entre los aficionados, por lo pobre de su jugabilidad y, especialmente, sus escenas de vídeo. Con el tiempo se supo que se encargaron estas escenas a un estudio ruso no acostumbrado a herramientas tan sofisticadas y que el presupuesto de los juegos fue irrisorio, lo que explica en parte el desastre.